Cómo cambió el mercado inmobiliario en los primeros 2 años del gobierno actual

Según una nota publicada por José Luis Cieri en Ámbito, el mercado inmobiliario argentino atraviesa una transformación profunda desde diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la presidencia. En menos de dos años, la derogación de la Ley de Alquileres, el regreso del crédito hipotecario y la estabilización de precios modificaron de forma estructural la dinámica de la compraventa y los contratos de locación.
Un mercado que dejó atrás la recesión
Desde fines de 2023, el sector comenzó a mostrar señales de recuperación. En la Ciudad de Buenos Aires, el promedio mensual de escrituras ronda las 6.000 operaciones, el nivel más alto desde 2018. En paralelo, el valor del metro cuadrado se estabilizó en torno a u$s 2.400, con un crecimiento cercano al 10% en dos años.
La brecha entre los precios de publicación y los valores reales de cierre se redujo a alrededor del 5%, cuando hace apenas tres años superaba el 15%. Este ajuste refleja un mercado más equilibrado, donde compradores y vendedores negocian sobre bases más realistas.
Efectos de la desregulación de alquileres
Uno de los puntos de inflexión fue la derogación de la Ley de Alquileres. Antes del cambio, la oferta de propiedades en pesos se había reducido a niveles mínimos, con barrios enteros prácticamente sin disponibilidad formal.
La desregulación permitió que propietarios e inquilinos volvieran a negociar libremente los términos de sus contratos. Desde entonces, la oferta de viviendas en alquiler creció más de 150% en la Ciudad, superando las 15.000 unidades publicadas.
Los precios también mostraron una corrección: el valor de un departamento de dos ambientes, que en 2023 superaba los $900.000 ajustados por inflación, se redujo a unos $680.000 promedio en agosto de 2025, reflejando una tendencia más estable y previsible.
El regreso del crédito hipotecario
El retorno de los préstamos UVA también contribuyó al repunte de la demanda. Actualmente, una de cada cinco operaciones se realiza con financiamiento bancario, algo impensado apenas dos años atrás.
El relanzamiento de las líneas hipotecarias, junto con la desaceleración de la inflación y la estabilidad del tipo de cambio, reactivó la compraventa de propiedades usadas y redujo la incertidumbre de los compradores.
Nuevas dinámicas en la compraventa
El mercado comenzó a funcionar con mayor fluidez. Los desarrolladores inmobiliarios impulsan esquemas de financiación posposesión que permiten extender los pagos entre dos y seis años, acercando el acceso a la vivienda a sectores medios.
Paralelamente, la mayor previsibilidad económica redujo el margen de negociación en los precios y consolidó una etapa de profesionalización en las operaciones.
Perspectivas para 2026
Si la estabilidad macroeconómica se mantiene, el mercado inmobiliario argentino podría consolidar una nueva etapa de expansión moderada, con mayor financiamiento, precios en ascenso gradual y una oferta más amplia tanto en venta como en alquiler.
En menos de dos años, el sector pasó de la parálisis y la regulación excesiva a un escenario de mayor libertad, competencia y previsibilidad. Un cambio que redefine las oportunidades para inversores, propietarios e inquilinos y marca un nuevo ciclo en el mercado de vivienda.
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